Cada diciembre escuchamos la misma historia: “El próximo año sí me pongo con el inglés”. Pero, seamos sinceros, ¿cuántas veces has repetido esa frase? Y lo peor: ¿cuántas veces has cumplido? La respuesta probablemente no te guste.
Esperar a enero para empezar inglés es como decirle a tu futuro “puedes esperar”. Es procrastinación disfrazada de “planeación”. Es un truco mental que te hace sentir productivo mientras sigues exactamente donde estabas hace un año.
El problema con “esperar”
- La motivación no entiende de calendarios: Si HOY sientes que deberías aprender inglés, ¿por qué esperar al lunes, al mes siguiente o al año nuevo? El futuro no trae motivación mágica, solo excusas nuevas.
- El tiempo que pierdes sí cuenta: Cada día que no estudias, pierdes oportunidades. ¿Cuántos correos en inglés no enviaste este año? ¿Cuántas reuniones evitaste? ¿Cuántos clientes internacionales no atendiste?
- Las fiestas no son una excusa: No necesitas horas interminables para empezar. Incluso 15 minutos al día en diciembre pueden marcar la diferencia.
¿Qué puedes hacer HOY?
- Comienza pequeño: Aprende 5 palabras o una frase útil en inglés esta semana. Sí, ¡esta misma semana!
- Piensa a largo plazo, actúa ahora: Tu meta de dominar el inglés en 2024 empieza HOY, no el 1 de enero.
- Busca ayuda: No necesitas resolverlo solo. Hay profesores listos para guiarte y adaptar las clases a tu vida (como yo 😉).